El pasado sábado 25 de enero, se llevó a cabo la excursión “Damasco Quest” en la Apostólica de Monterrey, en Santiago, Nuevo León.
El evento fue organizado por el P. Gabriel Arenas, quien acudió personalmente a invitar a los alumnos de sexto de primaria, y de los tres grados del nivel secundaria del colegio Mano Amiga La Cima, quien les explicó el objetivo general del evento.
A partir de su invitación, muchos alumnos se mostraron animados e interesados en participar, algunos de ellos que ya habían tenido la oportunidad de acudir a la primera experiencia, contaron su experiencia a sus compañeros y acudieron de nuevo.
Participaron 24 alumnos, siete de sexto grado, diez de primero de secundaria, dos de segundo y cinco alumnos de tercero, quienes además tuvieron la oportunidad de convivir con alumnos de los colegios de Santa Catarina y Monterrey.
Los frutos de este día se vieron reflejados a través de la convivencia, compartir y conocer la vida de alumnos en conjunto con los padres que participaron en la Apostólica; que, desde el inicio de la excursión, se encargaron de los chicos y de la organización de las actividades programadas y creadas especialmente para que pudieran vivir al máximo esta experiencia con Cristo. Realizaron realizando actividades físicas como un torneo de futbol entre los colegios invitados, espacios de oración, rezo del rosario, recorrido del lugar, alimentos, espacio para conversar sobre las inquietudes o dudas y finalmente, concluir el día con la celebración de una misa.
“Para mí fue una invitación muy especial e inesperada vivir esta experiencia de excursión Damasco Quest junto con los alumnos y específicamente con los siete con quienes comparto mi día a día, fue algo bonito y diferente. Desde la primera vez que tuvieron la oportunidad de asistir, tres de los alumnos regresaron a clases muy contentos y compartieron con sus compañeros y con el resto del grupo, cómo había sido su experiencia y las actividades que realizaron, por lo que desde el inicio me sentí motivada para acompañarlos.
Además de ser una experiencia de recreación, les permite, y me permite, conocer y acercarnos más a Dios, conocer y compartir sana y respetuosamente, fomentando valores en ellos que después serán reflejados en su vida diaria y en el aula, así como conocer y convivir con otros compañeros, tener espacios de oración y poder reflexionar sobre su vocación y el rumbo de su vida, siempre siendo personas íntegras y de bien.
En el lugar se siente mucha calma y tranquilidad, además, como colaborador, me sentí muy bien recibida e integrada con los Padres y maestros que acudieron, con quienes tuve la oportunidad de platicar en algunos momentos. Considero que fue una experiencia muy enriquecedora y que me gustaría que otros compañeros docentes tuvieran la oportunidad de vivir, ya que nos permite conocer más sobre su modelo de enseñanza, para después transmitirlo en nuestro diario andar.
Los alumnos disfrutaron mucho desde el inicio, desde que llegamos al lugar su semblante y expresiones fueron de felicidad, algunos de ellos por ser su primera vez y, otros por regresar y conocer más sobre la vida y estudios de los alumnos que ahí viven. Ellos recuerdan a todos los Padres con quienes jugaron y platicaron, además de la mascota: Roco. Cuando platican de su experiencia, siempre escucho comentarios positivos, por lo que puedo asegurar que además de aprender de forma significativa será algo memorable para su vida.
Agradezco mucho la oportunidad de aprender más sobre el modelo en general y su trascendencia, así como de conocer la Apostólica de Monterrey. Reconozco el sentido, esfuerzo y trabajo que está realizando el Padre Gabriel y todos los demás Padres en esta labor tan importante”, comentó Miss Dennis Covarrubias, maestra de sexto grado de primaria.