El colegio Mano Amiga Chalco, albergó en sus instalaciones desde el 29 de mayo hasta el 8 de junio la exposición ¿Quién es el hombre de la Sábana Santa?
La muestra corrió a cargo del P. Jesús Ángel López, quien es el capellán del colegio y de un grupo de alumnos de segundo y tercero de bachillerato que participan en Juventud Misionera.
La exposición es un recorrido histórico, científico y artístico sobre los estudios realizados al lienzo de Turín. El broche de oro de la muestra es una escultura realista del hombre de la Sábana Santa.
La muestra estuvo abierta al público en general, teniendo una buena participación de papás del colegio, profesores de la zona escolar y algunos párrocos de la zona, además del mismo alumnado del colegio.
La exposición tenía como objetivos, por una parte, dar conocer un poco más esta reliquia del cristianismo y por otro, el seguir profundizando en los grandes misterios de nuestra redención, pues en ella se vio parafraseando a San Juan Pablo II, como se reflejan en los evangelios, es decir, en la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.
¿Quién es el hombre de la Sábana Santa?
“Yo que viví esta exposición como guía, tuve la oportunidad de escuchar y presentarla más de 10 veces, por tanto, creo que tengo una opinión clara.
En primera debo decir que me gustó demasiado, era algo que yo no conocía, desde la primera vez que la escuché me atrapó, los datos de los clavos, la causa de muerte y presenciar en persona la réplica de la Sábana y la figura de Jesús en su resurrección, fue algo impactante que traté de mostrar de la misma manera.
La conclusión a la que llegaba en mis presentaciones era que siempre hemos escuchado la frase ‘ver para creer’ y para aquel que necesite verlo, ahí está la Sábana Santa, en lo personal, así como la Iglesia, no apuesto mi fe, en la Sábana, yo sé que mi fe es ciega y estoy bien con ello, no obstante, esta Sábana me hace confirmar el por qué creo en lo que creo”, expresó Luis Serrano, alumno del colegio.
“Mi testimonio de la sábana santa es que durante la semana que expuse sobre ésta me sentí importante en el hecho de que la gente me veía con cara de asombro, porque no cualquier joven se atrevería a hacer eso.
A mí en lo personal me tocó exponerles a niños pequeños y me gustó mucho ver su cara de asombro, ver como se sorprendían de todo lo que les decía.
Una de las experiencias que más marcado me deja, fue cuando a personas ya grandes les mostré el cuerpo de Cristo, pues permanecía cubierto hasta el final, y ellos lloraron. Tengo que admitir que la emoción entró en mí e igualmente palpé ese sentimiento que ellos vivieron.
En conclusión, mi experiencia fue irrepetible, me mostró que cada persona puede tener emociones diferentes por una misma causa. Además, ser representante de una exposición como ésta no tiene comparación”, comentó Gerardo Salinas.
