El pasado martes 10 de junio de 2025, la comunidad educativa de Mano Amiga Querétaro vivió una jornada histórica y profundamente emotiva con la bendición e inauguración de su nuevo edificio de secundaria, una obra que simboliza el compromiso con la educación, la fe y el futuro de cientos de adolescentes.
La celebración inició con una solemne Eucaristía de acción de gracias, presidida por Mons. Fidencio López Plaza, Obispo de la Diócesis de Querétaro. Al evento asistieron distinguidas autoridades como la Mtra. Adriana Olvera de Macías, presidenta honoraria del DIF Municipal; la Dra. Amira Dávalos Esparza, en representación de la Secretaría de Educación del Estado; así como representantes de instituciones hermanas, entre ellos el P. Benjamín Clariond, director del Cumbres International School Querétaro y el Mtro. Luis Alverde, rector de la Universidad Anáhuac Querétaro.
Durante el acto protocolario, se compartieron palabras de gratitud, esperanza y unidad. Se reconoció el valioso esfuerzo conjunto entre benefactores, familias y el equipo educativo, destacando la labor del Patronato, presidido por la familia Bauer Moreno, cuya generosidad hizo posible esta nueva etapa del colegio.
Uno de los momentos más conmovedores fue la develación de la placa conmemorativa, acompañada por la frase del Papa Francisco: “Educar es un acto de amor, es dar vida”. La ceremonia también incluyó una alegre presentación folclórica a cargo de alumnos de sexto grado, que evocó con orgullo nuestras raíces culturales.
Este nuevo edificio no solo amplía la infraestructura del colegio, sino que representa una promesa de futuro: un espacio digno, seguro y profundamente humano donde los jóvenes podrán continuar su formación integral.
Voces que inspiran
Tere Soto Pesquera, bienhechora de Mano Amiga Querétaro, compartió con emoción su experiencia:
“Tuve el privilegio de asistir a la inauguración y bendición del nuevo edificio. He visto de cerca la incansable labor de Lupita Moreno: su lucha, su entrega y su fe inquebrantable. Lo que parecía un sueño lejano, hoy es una realidad.
Ver al Señor Obispo rodeado de 11 sacerdotes, a los niños cantando y sirviendo con alegría, y el gesto de bendecir todos juntos el nuevo edificio fue un regalo que llevamos en el corazón. Ese día nos recordó que, aunque en la vida hay muchos ‘no’, siempre se puede buscar el ‘cómo sí’. Hoy, ese ‘sí’ lo tienen los niños de Mano Amiga”.
Walter Bauer y Lupita Moreno, benefactores del colegio, también expresaron su sentir:
“Siempre hemos creído que la educación es la clave para transformar el futuro. Conocimos Mano Amiga hace más de diez años y desde entonces creemos firmemente en su misión. Nos sentimos bendecidos de poder contribuir a que más niños tengan acceso a una educación de excelencia y una formación con valores. Gracias por permitirnos ser parte de esta gran familia”.
Sofía Martínez, benefactora del colegio, relató el origen de esta obra:
“En 2015, el P. Juan Antonio Torres invitó a Lupita Moreno a conocer Mano Amiga. Desde entonces, ella sintió el llamado de Dios para ayudar a completar este colegio. A pesar de no haber recursos, no se detuvo. Con oración constante, trabajo y el apoyo de muchas personas, hoy celebramos esta realidad. Es un testimonio de amor, fe y esperanza. ¡Felicidades Mano Amiga Querétaro!”
Este edificio es más que una construcción: es una obra de amor, un legado de esperanza y una nueva puerta que se abre hacia el futuro de muchos jóvenes.
