El pasado 7 de noviembre, la comunidad educativa del Colegio Mano Amiga Zomeyucan se reunió para celebrar la tradicional Misa de Viernes Primero de mes, presidida por el P. Cristóforo Gutiérrez, L.C., capellán del colegio. En su homilía, el padre destacó la grandeza de la misericordia de Dios y la importancia de la oración, la fe y la esperanza en la vida de las familias. Invitó también a los presentes a renovar su compromiso de amor, respeto y servicio al prójimo, así como a orar por los fieles difuntos.
Al concluir la misa, los alumnos de 3º de Secundaria presentaron la Representación de San Tarcisio, resaltando la valentía, entrega y profunda fe de este joven mártir, cuyo testimonio continúa inspirando a vivir el amor a la Eucaristía con devoción.
Posteriormente, los alumnos de Primaria participaron en la tradicional Pasarela de Todos los Santos, donde cada niño se caracterizó como el santo de su devoción o aquel que lleva por nombre. Esta actividad recordó a todos que la santidad se construye día a día en los gestos sencillos: en la escuela, con los amigos, en la familia y en cada ámbito de la vida.
La celebración fue profundamente emotiva y motivó a los asistentes a reflexionar sobre el ejemplo de quienes han alcanzado la santidad, fortaleciendo así los valores y la identidad católica del colegio.
“Las palabras del padre me llevan a reflexionar que debemos estar preparados para cuando llegue nuestro fin”, expresó una docente.
“Es hermoso que los niños representen a los santos, porque ahora ya casi nadie quiere hacerlo”, comentó la Sra. Pilar, abuelita de un alumno de secundaria.
Esta jornada recordó a toda la comunidad que la fe se vive, se celebra y se transmite. Actividades como estas fortalecen el espíritu, unen a las familias y animan a nuestros alumnos a caminar con alegría hacia la santidad, siguiendo el ejemplo de quienes han entregado su vida a Dios.
En Mano Amiga Zomeyucan seguimos construyendo, día a día, una comunidad que celebra, aprende y crece en la esperanza cristiana.
