El pasado 30 de noviembre, el Colegio Mano Amiga Chalco vivió con gran ilusión un encuentro madre e hija en el Centro Educativo Ambiental Tepenahuac, en Milpa Alta, Ciudad de México. Fue un espacio privilegiado de conexión profunda y renovación interior, donde, a través de la convivencia, se entretejieron risas, abrazos, lágrimas y, sobre todo, la valentía de abrazar la propia vulnerabilidad, dando paso a momentos de serenidad, unión y encuentro auténtico.
El objetivo principal de esta experiencia fue fortalecer el vínculo afectivo y la comunicación entre madre e hija, brindándoles un tiempo de calidad lejos de las distracciones cotidianas. El encuentro fue organizado por la Mtra. Eulalia Jiménez Rosales, coordinadora de Formación Católica, y contó con la participación de cuatro profesoras, 18 alumnas y 18 mamás.
A lo largo de la jornada se realizaron diversas actividades reflexivas, simbólicas y creativas que invitaron al diálogo, la escucha y el reconocimiento mutuo, permitiendo a cada dupla redescubrirse y crecer juntas en un ambiente de paz, naturaleza y espiritualidad.
Testimonio de Ana María Sánchez Pacheco (mamá)
“Fue muy gratificante poder dedicar un día completo a mi hija. Como madre trabajadora, el poco tiempo libre que tengo suele ocuparse en resolver pendientes. Por eso agradezco profundamente a la escuela por brindarnos este espacio. La obra de teatro ‘Valiente’, interpretada por las maestras, fue una excelente introducción para reflexionar sobre la importancia de escuchar a mi hija, considerar su opinión y llegar a acuerdos a través de la comunicación.
Como madre, reconozco que es fundamental dar valor a lo que mi hija piensa, permitirle equivocarse y acompañarla para que aprenda a tomar decisiones y asumir sus consecuencias. El lugar y el ambiente reflexivo hicieron posible un encuentro verdaderamente significativo”.
Testimonio de Fryda Fernanda Hernández Sánchez (alumna)
“Me gustó mucho este encuentro porque pude convivir con mi mamá. Todas las actividades fueron muy bonitas, pero la que más me gustó fue la de la vela, porque compartimos ideas y sentimientos. También me gustó la actividad del librito, donde recordamos momentos que hemos pasado juntas. El lugar estuvo precioso y me encantó que no hubiera tecnología, porque así pude disfrutar más a mi mami. Agradezco mucho el regalo y el tiempo para tomar fotos y guardar recuerdos hermosos”.
Testimonio de Anahí Robles Alvarado (mamá)
“Vivimos una experiencia enriquecedora y muy emotiva. Pasamos un día completo en calma, inmersas en la naturaleza, lo que nos permitió reflexionar y conectar de una forma más profunda sobre nuestros gustos, intereses y sentimientos. Compartimos risas, historias y momentos de introspección que fortalecieron nuestra relación, la confianza y la comprensión mutua.
Las actividades fueron como ‘luces’ que nos ayudaron a descubrir aspectos importantes para crecer juntas. Nuestro mayor deseo es llevar estos aprendizajes a la vida diaria y no dejarlos solo como un bonito recuerdo”.
Este encuentro dejó una huella profunda en cada una de las participantes, recordándoles que caminar juntas, con amor y escucha, transforma los vínculos y fortalece el corazón.
